sábado, 9 de febrero de 2013

Deploran dejaran parir a una niña de 11 años, cuyo embarazo fue fruto de violación

La Colectiva Mujer y Salud y otras organizaciones condenaron este viernes la desprotección en que se encuentra una niña de apenas 11 años de edad que ha dado a luz un niño fruto de una violación sexual perpetrada por un adulto.

Sergia Galván, de la Colectiva Mujer y Salud
Se refiere a “Lucecita”, apodo con el que ha sido nombrada para preservar su real identidad, que alumbró un niño de cuatro libras en el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal y según el reporte del centro asistencial recogido por 7dias.com.do., se encuentra en estado de gravedad.
La posición de la Colectiva Mujer Salud es abrazada además, por el Foro Feminista y la Asociación Dominicana de Periodistas con Perspectiva de Género.

Consideran que la situación por la que ha atravesado la niña compromete su derecho a la vida y a la integridad personal, además de que vulnera sus derechos sexuales y reproductivos.
“En esta ocasión, hacemos un llamado a la sociedad dominicana para que, en conjunto, velemos por la vida de ‘Lucecita’”, dice un comunicado de las entidades sociales.

Consideran que al existir la prohibición legal sobre la interrupción del embarazo, “Lucecita” “ha sido sometida a un trato cruel, degradante e inhumano, colocándola en un hilo entre la vida y la muerte”.
“Resulta extremadamente arbitrario que una mujer, y en este caso una menor de edad víctima de violación sexual, no tenga en nuestro país el derecho a decidir sobre su vida, su cuerpo y su sistema reproductivo. Resulta inhumano y cruel obligar a una niña de once años a llevar a término un embarazo”, insisten las organizaciones de la sociedad civil.

De ahí su demanda de traslado de la menor desde el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal a la Plaza de la Salud, en Santo Domingo; que se despenalizado el aborto por violación, incesto y cuando corre peligro la vida y la salud de la mujer y que sea llevada la educación sexual integral y científica a las escuelas.
De igual modo, exigen políticas públicas que contribuyan a prevenir y sancionar de manera efectiva la violencia sexual contra las mujeres y las niñas; que la justicia imponga todo el peso de la ley al  violador y disponer de protección social para la criatura, “ya que “Lucecita”, de salvar su vida, no dispone de la madurez emocional, física, psicológica y material para ejercer la maternidad”.

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