domingo, 31 de marzo de 2013

Promesas retan a Danilo

El presidente Danilo Medina está obligado a iniciar cinco grandes obras que deberán ser concluidas en los próximos tres años como su impronta en materia de infraestructura, debido a que su gobierno ya agotó la sexta parte de su mandato de cuatro años 
 
César Medina
Santo Domingo
Cuando agotó su primer período de gobierno, Leonel Fernández exclamó:  ¡¿Ya...?! ¿Tan pronto...? Luego, hablando en televisión dijo que los Presidentes nunca se dan cuenta de lo rápido que pasa el tiempo en el poder. “Esos cuatros años se fueron sin darnos cuenta”.

Después de su segundo viaje a la Presidencia, esa vez por ocho años, Leonel no ha vuelto a referirse a la cortedad del tiempo... Pero es obvio que también lo encontró poco... Porque parece que quiere volver.
El período gubernamental es de 48 meses, 208 semanas, 1,460 días... Y el tiempo vuela. Por eso Danilo debe superar ya la fase cosmética de su gobierno y hacer las cosas trascendentes que está llamado a hacer. Tras el asueto de la Semana Santa, el gobierno entra en su octavo mes, Danilo Medina ya agotó la sexta parte de su mandato de cuatro años.

A partir de mañana lunes los funcionarios tienen que ponerse las pilas, pasar de la programación a los hechos, tirarse a la calle y perfilar la obra de un presidente callado y discreto, sin dinero, con poco tiempo y obligado a iniciar cinco grandes obras que deberán concluirse en los próximos tres años como su impronta en materia de infraestructura.
A través de nuestra historia, los gobiernos que no han hecho eso pasan sin pena y sin gloria. Jorge Blanco es el mejor ejemplo. Se le estigmatiza conque su única gran obra fue “permitir que se doble a la derecha en rojo...”

El aspecto cosmético lo cubre Danilo muy bien con las “visitas sorpresas” de los domingos. Allí resuelve algunos problemas menores a pequeños grupos de productores y entra en contacto con el pueblo más simple. Pero los proyectos de envergadura de su gobierno aún no han podido arrancar.
Dos de ellos, en los que el Presidente había puesto mucha fe incluso antes de jurar el 16 de agosto, no acaban de salir del horno burocrático: La carretera Cibao-Sur entre Santiago y San Juan, y el desarrollo como polo turístico del Sur Profundo partiendo de Bahía de las Águilas, en Pedernales.

Oposición a proyectos

Ambos proyectos tienen la rabiosa oposición de grupos conservacionistas “que no lavan ni prestan la batea”, lo que anticipa una fuerte lucha con sectores de la llamada sociedad civil, si es que Danilo realmente está dispuesto a acometer esas obras.
Mañana deberá quedar en servicio la segunda línea del metro de Santo Domingo. Está supuesto a ser anunciado el inicio de la tercera fase desde Bajos de Haina hasta el ensanche Isabelita, en la zona oriental de la capital, en atención a una promesa de campaña.

Otras de las grandes obras que está llamado a emprender Danilo Medina en los próximos meses son la construccion de dos mega estaciones eléctricas con dos plantas a gas natural de 300 megas cada una, para lo cual existe financiamiento externo, lo mismo que la continuación de pequeñas estaciones de energía alternativa, principalmente eólica, en zonas apartadas del país.
Ese cambio en la matriz energética, la reformulación de las redes, la identificación de todos los usuarios y la tecnificación del sistema de facturación y cobranza, resolvería el problema de la industria eléctrica, según los planes del gobierno.

Y la quinta gran iniciativa en infraestructura vial de la capital, con la cual se ha comprometido también el Presidente, es el corredor Norte Sur sobre la José Ortega y Gasset, que unirá a esos dos extremos de la ciudad con la construcción de un puente de cuatro carriles sobre el río Isabela, con elevados y desnivel en varias intersecciones.
 Esta obra será complementada con el llamado corredor Santo Domingo, que enlazará en circunvalación los muelles de Haina oriental y Megapuerto Caucedo, liberando a la ciudad del tránsito pesado que tanto trastorno provoca. Esta obra incluye otro puente sobre el río Ozama.
 Estas obras tienen una duración mínima de tres años, y el Presidente Medina tiene el propósito de inaugurarlas en el ctual período, por lo que no le queda mucho tiempo para comenzarlas. En el caso del corredor Santo Domingo la obra fue dividida en cinco tramos y asignada a igual número de compañías constructoras. Tiene financiamiento del BID.

Carretera Santiago-San Juan
El Presidente nunca lo ha dicho públicamente, pero su gran ilusión es inaugurar la carretera Cibao-Sur partiendo la cordillera Central entre Santiago y San Juan... “Esa es la carretera que Danilo ha soñado desde niño...”,  decía en privado hace poco uno de sus más cercanos colaboradores y amigos.
Danilo nació y se crió en el pequeño poblado de Arroyo Cano, un distrito municipal de San Juan tradicionalmente agrícola, pero muy joven vino a estudiar a la capital. Los sanjuaneros confían que no olvidará el compromiso que tiene con su pueblo.
A esa opción se oponen la mayoría de los ecologistas y ONGs que velan por los recursos naturales, que plantean como alternativa la ampliación de la carretera Bonao-Rancho Arriba-Azua. Pero los sureños aseguran que esa carretera, que existe en su primera fase, no cumple el propósito de unir las dos regiones agrícolas por excelencia que tiene el país: el Norte y el Sur.
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EL SUR EN LA AGENDA DEL PRESIDENTE

El presidente Medina está comprometido con el desarrollo de la región Sur comenzando por la carretera que una a esa región con el Cibao, pero paralelamente tiene que resolver sin demora la situación de la legalidad de los terrenos de Bahía de las Águilas. En la transición él mismo concibió la posibilidad de negociar con los tenedores de títulos de esas tierras para destrabar el asunto, y al consultarlo con abogados y políticos se llegó a la conclusión de que el Estado podía negociar con ellos sobre la base de un 60-40.

Cuando se hizo el anuncio, el escándalo de opinión pública hizo echar para atrás el arreglo y la situación ha vuelto a punto muerto en la instancia judicial. Pero cual que sea la fórmula, el gobierno tiene que hacer posible la explotación comercial y turística de las playas más bellas de la isla, conservando los recursos naturales y el parque Jaragua, para sacar al Sur de su pobreza.
La gente del Sur lejano tiene escasa capacidad de presión política debido precisamente a su pobreza ancestral, pero en este esfuerzo ha hallado la solidaridad de amplios sectores de la sociedad santiaguera que se le han unido ahora en el propósito común de una carretera que acorte sustancialmente la distancia entre ambas regiones. Fue la primera condición que puso el Presidente Medina para plantearse la construcción de esa obra.

Fuera de esos cinco megaproyectos, el gobierno de Medina está compelido a concentrar su mayor esfuerzo presupuestario en la inversión del sector educativo, que agotará los próximos tres años-- incluyendo este 2013-- casi 400 mil millones de pesos, más del 20 por ciento del gasto total del gobierno. El resto, en su mayor arte, es para cubrir las necesidades primarias del Estado a través de las demás instituciones, gastos corrientes y lo que Balaguer llamaba “inversión de alcantarilla”, que no es otra que las ayudas sociales y el paternalismo estatal.

(( Avanzan las negociaciones con la Barrick
Los ingresos adicionales que recibirá el gobierno de la Barrick Gold-- tras unas negociacions que van muy avanzadas-- serán dedicados por el presidente Medina a esos grandes proyectos que no tienen financiamiento externo, como la tercera línea del Metro y parte de la carretera Cibao-Sur, y a inversiones en el sector eléctrico para mejorar el suministro en zonas muy apartadas de la República a fin de satisfacer múltiples solicitudes que ha recibido en sus visitas sorpresas al interior.

Danilo ha dado seguimiento personal a cada una de esas visitas, y hasta ahora su mayor lamento es que en casi todos los lugares le piden mejorar el servicio eléctrico o extender las redes a zonas rurales  no servidas por las CDEEE, lo cual requiere una gran inversión. Entre sus colaboradores el Presidente ha comentado que esa sería la mejor forma de distribuir los ingresos adicionales por la explotación de nuestro oro, beneficiando a los sectores más necesitados.

El mayor problema del gobierno en este momento es su propia tramitación y permisología burocrática. El propósito de actuar con absoluta transparencia para evitar prácticas dolosas, ha retardado la ejecución de proyectos importantes, y a casi ocho meses del actual período las principales obras del gobierno no han podido iniciarse.

Algunos funcionarios han tenido que violentar esa burocracia para dinamizar sus instituciones, pero siempre corriendo el riesgo de ser reprendidos desde las oficinas fiscalizadoras del Estado...
Para el presidente Medina, sin embargo, sigue corriendo el cronómetro. Porque la carrera es también de velocidad...
Al gobierno sólo le quedan 40 meses. Parece mucho, pero ya se le fueron ocho...
 

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